El Nacional atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. Su presidente, Marco Pazos, expuso en una entrevista concedida a La Red la compleja situación económica y administrativa que amenaza la estabilidad del club, marcada por deudas urgentes, fallos operativos y un endeudamiento histórico heredado de administraciones anteriores.
Pagos retrasados y problemas que encendieron las alarmas
Pazos explicó que, aunque mantiene comunicación constante con los jugadores, los recursos del club son insuficientes para cubrir las obligaciones semanales.
“Los futbolistas incluso ayudan a buscar recursos, pero las cuentas no son tan altas como para solventar problemas todas las semanas”, comentó en La Red.
Relató además dos episodios que evidenciaron el colapso operativo. El primero ocurrió tras la clasificación a los hexagonales, cuando se produjo un aumento inesperado de USD 50.000 en las obligaciones y la empresa encargada de transferir los fondos avisó a última hora que no podría cumplir.
“Necesitábamos que ese pago se realizara en una hora y ya no tuvimos la capacidad. Esa fue la primera llamada de atención”, señaló.
El segundo incidente se dio tres semanas después, durante una intensa tormenta en Quito. Aunque las transferencias se efectuaron, las cartas que debían enviar los jugadores no pudieron llegar debido a cortes de luz y problemas logísticos.
“Fue un caos”, reconoció.
El Nacional apeló, aunque admite que no cumplió los tiempos establecidos
El presidente aseguró en La Red que el club cumplió con los pagos requeridos, pero no todos se acreditaron a tiempo debido a factores externos.
“Presentamos la apelación correspondiente. La documentación no llegó en el plazo por un problema puntual que ocurrió en Quito”, afirmó.
Pazos también aclaró que, según el estatuto de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, un eventual castigo administrativo implicaría un descenso solo a la Serie B, no a Segunda Categoría.
Deuda inmediata de USD 85.000 y recursos que no llegan
La situación financiera se deteriora semana a semana. El club enfrenta una obligación urgente de USD 85.000, que debe cancelarse en un máximo de cuatro días.
“Tengo hasta el jueves para conseguir ese dinero. No es fácil reunir 30.000 o 50.000 dólares; peor aún 85.000”, expresó.
A esto se suma un pago que debía llegar el 21 de noviembre por el préstamo a Ucrania del jugador Joel Maya, pero los fondos aún no han sido transferidos.
Más de 160 demandas: el verdadero peso de administraciones pasadas
Uno de los puntos más críticos revelados por Pazos es que El Nacional acumula más de 160 demandas históricas.
“Es una locura. Son personas que nunca hemos visto, jugadoras de épocas pasadas. Detectamos fideicomisos técnicos y un endeudamiento salvaje heredado”, denunció.
Incluso mencionó una demanda de USD 700.000 presentada por una expresidenta del club.
Pese a todo, la directiva logró reducir la deuda general
Pazos destacó en La Red que su administración redujo cerca de 2 millones de dólares en deudas durante el año pasado. Sin embargo, este año el monto volvió a subir por mayor inversión deportiva y pagos atrasados.
“Los números están equilibrados. No hemos endeudado más al club, pero necesitamos que la capacidad de ingreso aumente”, indicó.
Renunciar no resolvería el problema si no hay quien asuma el club
El presidente aseguró que está dispuesto a dejar su cargo si eso ayuda al equipo, pero advirtió que una renuncia no soluciona nada si no existe una dirigencia capaz de asumir el control del club.
“No se trata solo de irse. Se trata de encontrar a alguien que realmente se haga cargo del club”, enfatizó.
Finalmente, pidió a la FEF considerar el contexto excepcional que vivió el club durante el proceso.
“Confiamos en que entenderán que no se trata de aplicar el reglamento sin considerar la situación. La apelación fue presentada y ahora esperamos el veredicto”, concluyó.